Ese sueño; de no haber sido por él, nunca habría empezado a asesinar;
aquella sensación que sólo había acariciado en mi irrealidad había sido como
una droga, ahora quería mas, anhelaba seguir sintiendo aquel derrame de
adrenalina que recorría mi cuerpo mientras el alma de una mujer indefensa se desvanecía
y pasaba a ser parte de mi, a rejuvenecerme, a devolverme la grandeza de mis
años pasados.
lunes, 24 de octubre de 2011
cielo
Y hubo un tiempo
en el que era como el viento, caminaba sin rumbo entre dos mundos, aquel en el
cual vivía y el otro en el cual soñaba ese en el que estabas.
Tu, una dama en
todo su esplendor, y yo un plebeyo anhelando amor; hasta que un día sabiendo
que no podría tenerte, volé hasta el cielo para desde ahí poder verte y hasta el
final de tus días protegerte.
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