lunes, 8 de agosto de 2011

amnesia


Cuando recobre el sentido había humo saliendo de mi boca, mire a mi mano derecha y efectivamente, había un habano encendido entre mis dedos. No recordaba nada, ni el haber prendido el puro, las luces estaban apagadas y la habitación era apenas iluminada por la luz del alumbrado público que entraba por la venta. Pero algo se me hizo extraño, yo solo encendía un habano cuando era una ocasión especial y estar sentado solo, en la penumbra no era una ocasión especial. En ese momento empecé a preguntarme el por qué no recordaba nada, no había perdido la memoria, tampoco padecía alguna enfermedad más bien era como un bloqueo, pero ¿Qué me habría sucedido para que lo bloquease? Sólo algo horrible. Toque mi cuerpo buscando alguna herida pero no encontré nada, mire a mi alrededor intentando ver algo, pero no se podía ver nada, aunque había un olor algo extraño. Lleve el puro a mi boca, inhale una vez, retuve el humo en mi boca por unos segundos y lo deje salir lentamente; me levante de la silla dispuesto a prender la luz y al dar el primer paso un sonido interrumpió el silencio que reinaba en la habitación, el sonido fue como cuando pisas un charco, levante mi pie y la sensación al despegar mi zapato se sintió como si lo que pisé fuese lodo, pero era invierno y en este lugar no llueve en el invierno. El siguiente paso no sonó y el otro tampoco; camine hasta llegar al apagador y algo hizo que me detuviera cuando lo iba a prender, como diciendo que no debía encender la luz, pero aun así la encendí, me voltee buscando que era lo que había pisado y sorpresa, era sangre y no era mía, un rastro conducía hasta la cama, donde estaba una mujer vestida de rojo, con un cuchillo atravesando su vientre y una herida alrededor de su cuello; embocé una pequeña sonrisa y me dije – por supuesto, ahora recuerdo-.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario